lunes, 5 de enero de 2009

Como un abrazo a traición, la herida vuelve a sangrar


Porque los finales felices solo se dan en Hollywood
y aquí no hay mayor estrella que las que el falsamente prometía aunque solo fuera para ganar tiempo, un segundo mas a su lado engañandose a si mismo de queno quedaba nada, que ya nada era del mismo color.

No importaba ya cual fuera su excusa el dia 14 tras percatarse de una nueva decepción, no importaba ya cual sería el destino de aquel viaje que jamás se haría, y no importaba porque para bien o mal todo acaba y esta vez si les había tocado a ellos.

Una vez despierto a la realidad, solo te queda aprender a controlar esos impulsos de nostalgia que llegan en los momentos mas inoportunos. Si los controlas, tendrás medio camino recorrido, ya no sentirás la vital necesidad de saber que sigue viva pues realmente eso es lo unico que te importa.

De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que no tengo valor, para ser yo quien de el paso adelante, la nostalgia me puede como a un niño crecido que tiene que desprenderse del juguete, porque ya nada es igual y lo que hace es guardarlo, para que cada vez que tenga ese impulso de saber que sigue ahí esperandole, simplemente tenga que buscarlo y recordar que hubo un dia en que
todo valía la pena. Me aferro a la idea de que las cosas pueden cambiar, que todo puede ser como antaños, con las letras moradas, la sonrisa de oreja a oreja y desafiando a todo un oceano a base de canciones y facturas del telefono.

A fin de cuentas, aunque ya no sea nada del mismo color hay cosas que perduran. Las letras, las dos orillas y el gigante azul, tu letra morada o la gomilla naranja que aun vive en la funda de mi almohada.

Así que como dijo el poeta: "las cosas han cambiado, ya no pido amor eterno ni final feliz, ya no pido que seamos sinceros ni besos de pelicula, a lo unico que aspiro es a saber que sigues ahí, lejos y distante pero viva..."

Y sinó ya sabes lo que escribió Benedetti.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que sentir esa añoranza por el pasado es muy frecuente entre los jóvenes. Al menos a mí también me pasa. Es más, yo incluso no encuentro vínculo alguno entre la tristeza y la nostalgia. Esta última es más bien positiva. En cualquier caso, bonito texto.

Un saludo

Elise Soul Sistah dijo...

Una vez más me quedo alucinando con tu relato, precioso, maravilloso, y con muuucho sentimiento...
Aunq no pidas final feliz, lo tendrás, pues lo mereces, una gran persona, merece cosas grandes :D

Elisa